Y entre tanto ruido y caos sonoro, melodías francesas, morunas,dos años de sequía literaria y musical, después de llegar a la cima de aquella montañita del espíritu,mi yo cayó y calló.
Mis odios y oidos se secaron, mi boca ya no cantó más, de pronto toqué el suelo sin notarlo, angustiosa no escuché el bum que me estremeció. Solamente ví la lluvia que caía conmigo y el silencio que me iba a acompañar hasta hoy. Poco a poco, in crescendo empecé a escuchar una melodía...
Esto es para mí el silencio, siento el silencio, aprecio la música en mi alma, en mi cuerpoo, así como si el corazón se me parara y ser consciente de que vuelve a bombear, y notar como me corre la sangre.
YO soy música, yo soy silencio, con toda mi esencia...y TÚ también!