¡Tengo un secreto!
Todos tienen secretos
Yo, tú, él, nosotros, ustedes, ellos…
Todos mienten… pero yo tengo un secreto,
Y no es que no toco el piano de cola, tampoco es que mato flaites por las noches disfrazado de ninja, y no, no soy gay.

Tengo un estúpido secreto, pero no sé cómo decirlo.
"¿Ella lo sabe?"
Oh, sí, ella lo sabe.
Si pudieras ver mi jodida sonrisa cuando digo su nombre, hilando las letras que la hacen parecer un verbo…
"¿Qué clase de verbo?"
¡Un pecado!
Ella es un pecado…

¡Knock!, ¡knock!
Llama a su puerta cuando duerme y despiértala con su propio ringtone… llámala al móvil cuando menos lo espere, y confiésale tus mentiras…
Ella no comprende.
"¿Quién es?", pregunta y sospecha.
¡No!, no la dejes pronunciar tu nombre con ese tono de incertidumbre,
Interrúmpela, ¡interrúmpela, maldita sea!
Y calla…
"¿Puede sentir tu respiración por el auricular?"
Sí, ella puede.

Tengo un secreto…
"¿Qué clase de secreto?"
No es un pecado.
Dios sabe, Él lo sabe, sí.

Yo me río cuando lloras
Yo canto cuando callas
Yo… tengo un secreto, ¡carajo!
¿Entiendes?

Las incongruencias de la vida…
Manos sucias, ella duerme, ella sueña conmigo, y no sabe que yo sé que ella no sabe nada… nada de nada…

¡Pero tengo una llave en mis manos!
Y un secreto…
Y una larga noche para delatarme a mí mismo… una grabadora, un cuaderno…
Y mucho por contar…