Campos de grises delirantes, de cielos rasgados por la enormidad de las nubes blanquecinas, que injustas rebotan en mis ojos adoloridos. ¿Cuando saliste de tu escondite secreto para deslizarte por las mañanas estrelladas? Cuento tus cuentos desgranados como un rosario de fatalidades ensoñadas. Tu brisa delirante roba mis años pasados y los años por venir. Ya callo mi pensar extraviado para descansar las letras olvidadas...
Texto agregado el 20-11-2011, y leído por 222 visitantes. (4 votos)