Te cuento que hace algunos días me sentía mal conmigo misma, sentía que mi forma de ser me lastimaba, me hacía vulnerable hacia los demás y que la gente podía lastimarme fácilmente, entonces quería endurecer mi corazón, no sonreír le a la vida, que era mejor ver las cosas fríamente, dedicarme a estudiar y olvidarme de las personas, de dar amor y recibirlo, quería dejar de ser quien soy para "no sufrir"; entonces, ¿sabes qué hizo Dios?, me dio un sacudón como suele hacerlo, para decirme que no me amargue, que no por una decepción amorosa o por cualquier otro problema debía angustiarme, que Él estaba ahí, que me hizo ser la persona que soy, que Él me ama así de soñadora y de romántica como soy, que no me preocupe más, pero que sobre todo no me canse de hacer el bien, de amar a quienes me rodean, que no deje de sonreír y que abra mis alas porque Él siempre estaría conmigo.
No te canses de obrar bien y jamás permitas que las personas te hagan sentir mal por tu forma de ser, que borren tu sonrisa o endurezcan tu corazón.
La vida con Cristo no es fácil, pero es maravillosa y vale la pena; no te apartes de Él, busca siempre conocerlo más y verás como tu vida cambiará, que de pronto ya no habrán mas lágrimas y no porque los problemas desaparezcan, esos siempre van a estar ahí, sino, porque vas a tener algo que pocos aceptan y es el AMOR DE DIOS.
SONRIE :D |