...no sé... estoy aquí pero no estoy aquí... siento el corazón como bomba de tiempo, a punto de explotar... hay tanto en la vida por llorar, reír, amar... si fuera un ángel sería tan sencillo... soy algo llamado ser humano... tengo un nombre que lo uso mientras respire... gustaría arrancarme los tentáculos del mundo y volar como las aves en el cielo... besar los labios del amor, cantar a todo pulmón este sentimiento de libertad... pero estoy aquí, sentado en una silla de metal, esperando la hora de almorzar, escuchando las tonterías de un mundo que rié sin reír, habla sin hablar, respira sin saber qué es dios lo que respira... no sé, no sé... ese es mi mas grande sentimiento mientras sentado en mi silla de metal espero a que sea la hora de salida y vuelva a caminar por las calles donde todos andan sin conocer sus destinos.. hay algo que me exprime el corazón, como zumo de naranja...

¡llévame dios!, escucho una voz dentro de mí... no es la muerte lo que busco, es la vida lo que tengo y es este corazón quien lo grita... todos vuelven al hogar, de su centro laboral a sus casas... entran y respiran largo y profundo, sus ojos sueltan toda la tensión, miran las esquinas del hogar y hay algo que les dice: ¡llévame dios!...