"Llegó con tres heridas: La del Amor, la de la Muerte, la de la Vida"
Miguel Hernandez.
Mi voz levanto entre los muertos para elogiar a la viva,
A aquella que tiene la sabiduría de siglos en el cuerpo joven de décadas,
Más bello que ninguno, por el sufrimiento,
La niña mujer, la valerosa, mi amiga insigne,
Yo la amo con sincera emoción, yo la amo por su pureza,
Yo la amo por su ira santa que purifica.
Y me siento aquí al cabo de las tumbas para decirle lo que la quiero,
Lo mucho que admiro su inconsútil mirada, su creativo pensar.
Libertina, amiga, libertina,
A mi lado en la distancia cuando el viento susurra,
Libertina, dice, como una letanía metafísica en medio del mefítico caos,
Lleva su nombre a cuestas como un himno de esperanza,
Mientras mi gentil amiga sonríe,
Y es una garantía de que el futuro vendrá. |