Te seguiré esperando mientras los días pasen, mientras tu voz no se pierda y no se haga carente de deseo.
Te seguiré buscando entre mis sueños y mi almohada cuando tu aroma permanezca intacto en esencia y dulzor, cuando tu fantasma flote impasible dentro mi habitación.
Te seguiré llorando acaso cuando tus recuerdos invadan palmo a palmo mi corazón y mi alma ya venida a menos no desee descansar en el olvido.
Te seguiré amando mientras la llama incandescente de tu presencia infinitamente etérea alumbre todavía los rincones de mi ansia, mientras la miel de tu boca siga llenando de ilusión y anhelo cada momento de mi vida.
Texto agregado el 23-07-2004, y leído por 485
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