Hubiera preferido despertarse en otro lugar, o quizás en otra o posición, pero estaba ahí recostado en el suelo del parque en que había depositado tantos de sus sentimientos; amaba ese parque ya que parte de su vida estaba impregnada a la hierba y sobre todo a la piedra enorme que consideraba su amiga y confidente, situada según Paulo, en un lugar estratégico.
Tirado sobre la hierba escuchaba como los insectos hacían su trabajo de una manera incansable, tenía los ojos abiertos mirando firmemente al sol, sin una ínfima molestia parecía desmayado, pero el disfrutaba de esta sensación, ya que sus sentidos se super desarrollaban.
En un descuido sensorial miró su reloj, estaba tarde para ver a su novia Rumina, a la que amaba mucho y sabía de sobremanera que ella a él, aunque en ocasiones los celos atacaban a Paulo; corrió hacia la parada del autobús, ya que antes de aparecer su ruido había manifestado su cercanía.
Al subir la primera grada del autobús, el chofer aceleró sin observar al pasajero, el cual por la rapidez del autobús cayó a la vereda, golpeándose fuertemente la cabeza. Cuando despertó estaba conectado a casi 5 aparatos, su madre llegó sin manifestar ninguna emoción, y Paulo no esperó lo contrario, su madre era igual de inexpresiva que él, lo peino y acarició la frente, lo que originó una pesadez en sus ojos y terminó dormido profundamente.
Eran las 7 y 30 de la mañana, estaba tarde para llegar a su universidad, así que no detallo en arreglase y salió corriendo para alcanzar el autobús de las 8, era un día largo decía Paulo, empezaba clases a las 9 de la mañana y terminaba 7 y 30 de la noche, obviamente con tantas horas huecas entre las clases no le permitía hacer actividades extracurriculares o divertirse con sus amigos.
Su profesor de la última clase había tomado cuarto de hora extra a sus clases regulares, Paulo atinando a ver la hora en su celular, entendió que iba tarde para ver a su novia y regresar juntos a casa; así que salió en una carrera casi maratónica, al cruzar la pequeña y poco transitada calle fuera de su universidad, fue atropellado por un auto de un profesor de su facultad.
Vio a su hermana mayor “Martina” sentada en el sillón que había junto a la ventana en la misma habitación donde estuvo después de su caída del autobús; Martina no prestaba atención al paciente, sino a la calle que se veía desde la ventana, con la misma cara inexpresiva que la de su madre.
En un intento por reprimir la laxa preocupación de su familia por sus accidentes y la tristeza por no ver a Rumina, en un soliloquio dijo ser igual que un personaje de una serie infantil que se accidentaba frecuentemente, y terminaba diciendo “estoy bien”.
Un grito exterior lo hizo despertar de un estirón, algo perdido y confundido Paulo estaba en su habitación y su madre le llamaba a gritos para que desayune; estaba feliz era un día soleado y especial, su madre estaba de ánimo, y eso era extraño así que estaba todo perfecto.
Se alistó por casi una hora, tenía que encontrarse con su novia para celebrar un año de relación; a pesar de que Paulo era impuntual tuvo que esperar a Rumina, en un momento de pensamientos poco profundos para hacer más corta la espera, fue inesperadamente arrasada más de la mitad de la estación del metro por la pérdida de frenos del enorme transporte; lastimosamente Paulo fue gravemente lastimado por el metal doblado y herido por algunos vidrios rotos.
Otra vez en la misma habitación de aquel hospital, esta vez estaba toda su familia y totalmente conmocionada, lloraban y se abrazaban inconsolablemente; él no estaba muerto, ya que la máquina que comprobaba sus signos vitales registraba normalidad, no entendía mucho sobre lo ocurrido, y ¿Por qué no estaba Rumina?, Paulo quería verla, no la había visto hace mucho tiempo.
Su memoria y razonamiento estaban algo confundidos, Paulo analizó detenidamente lo ocurrido para hallar algo; los accidentes de tránsito que ocurrían siempre antes de ver a Rumina, no comprendía absolutamente nada; de pronto la voz de Martina disipo sus pensamientos diciendo entre sollozos: -Lamento que no hayas despertado desde el accidente que tuviste con Rumina hace 5 años, ahora que no hay esperanza para que despiertes decidimos desconectarte, esperando que sea lo mejor para ti, te extrañare Paulo, anhelo ahora puedas encontrar a Rumina y continuar con la “alegría” que fue interrumpida trágicamente.-
Paulo comprendió todo, había permanecido en coma, y todos los accidentes fueron solo sueños, pero sobre todo le reconforto saber por qué pasaban los accidentes antes de ver a Rumina, le tranquilizó saber que ella no estaría enojada, “Nadie quiere estar cerca de ella enojada” y rió en su pensamiento.
En un momento se encontraba frente a Rumina, estaba hermosa como siempre, se tomaron de la mano, sin hallar razón estuvieron en un auto, en aquella carretera de regreso a su nueva casa después de la unión simbólica que realizaron en su playa favorita, ya que ellos no creían en papeles firmados que conserven el amor eterno.
Paulo conducía, y vio el tráiler que se acercaba patinando a causa de la carretera mojada, esta vez evitó el accidente que pasó 5 años atrás, ahora los dos tomados de la mano mirándose de manera perdurable tomaban el camino de regreso a la “Eterna Felicidad”. |