Solía agarrarse
al hilo del que dependen mis dias
y yo tan seguro le digo que siga,
solía ponerse en algún punto
entre las olas y el sol,
y no tapa nada interesante
su cuerpo era puro calor.

Solía despertarme
susurrando "algún día"
y no se daba cuenta
que ese día siempre era el día...
de los ratos a escondidas,
las miradas furtivas,
las sendas prohibidas.

y yo,
tan borracho de ella
recorro las calles
desde la Calzada a Porvera,
buscando un hilo, una profecía
que me diga que hoy,
que me diga que siempre
estará a mi vera
y es ella,
quien reduce los días a un segundo
a un rato de espera,
aunque pasen siglos
parecen un segundo
un rato de espera...

Se agarraba al viento
parecía que el tiempo
no se movía de su acera,
recuerdo el tiempo
entre la capital y Caños de Meca
y la Luna me dice
que no esté tan triste
que mañana amanece
y despierto a su vera
y las nubes llueven
diciendo que tardo
en estar a su vera.

se agarraba a mi cama,
mis brazos, mis sueños,
mis ideas
y yo tan borracho
escribo versos para que no pare
de imaginar lo que queda.
y yo tan borracho
que me emborracho
para que no pare...
...de estar a mi vera.

Madrid, 31 de Octubre de 2011