Me aburrí de maldecirte cada día
desde aquella tarde
en que me dejaste
con la palabra en la boca.
Me cansé de estar enojado
desde aquella tarde
en que me dejaste a media calle
con mis planes en la bolsa.
Me convencí que es mejor vivir sin ti.
Me involucré en cosas nuevas.
*(Me aburrí de maldecirte
y me cansé de estar enojado
y me convencí que es mejor vivir sin ti
y me involucré en planes nuevos)
¿Ya ves? -no te extraño-.
Y a fuerza de no pensar en ti
ni un solo instante,
hasta vivo feliz.
Texto agregado el 12-11-2011, y leído por 436
visitantes. (13 votos)
Lectores Opinan
20-02-2013
ahhh... huyyyy!!.. que bellísimo, se me partió el corazón... anlin
26-01-2013
pero... aun lo escribes; los recuerdos traen el pasado al presente. Intenso tu texto. Un abrazo!!!!!!
cinco aullidos yar
24-12-2012
Nos convencemos tanto de no pensar en el otro que terminamos escribiéndole un poema. Muy bueno.
roseblack
03-11-2012
¡¡¡Oh, vaya!!! La fortaleza y voluntad de superar las tentaciones. Linda y maravillosa poesía. La determinación es fundamental. LA maldición y el enojo... cosas que nos hieren demasiado y, por tanto, difíciles muchas veces. Nuevas metas y felicidad es lo mejor. GRACIAS por tal reflexión. :)
Lyndsay
11-10-2012
Parece lo contrario a lo que dice tu último verso... pero bien, así se hace! AlmaNueva