No son marcas leves lo que has dejado,
son huellas eternas que no has borrado;
tampoco son sueños tibios que se van al amanecer,
son sentimientos puros que no puedo vencer
Son suspiros miradas, gestos y palabras
son desprecios, olvidos, desplantes y cumplidos

Para ser sincero es ese “maldita sea” perderte
y “Gracias a Dios” encontrarte
Esa sensación de “carajo” olvidarte
y por suerte hablarte
Es esa mezcla de orgullo, humildad
de paciencia y ansiedad
Esa actitud de llamarte “Amiga”
mientras por dentro se que es mentira
Ese un día sentirte
y al otro solo pensarte
Ese algún día
hasta querer olvidarte
Esa mezcla de quererte
y no poder tenerte
Y otras veces de tenerte
y no poder quererte
Esa sensación de mirarte
y no poder tocarte
Esa sentencia de hablarte
y no poder susurrarte

Pero ante tanta duda y confusión
existe algo que apaga la conmoción
esa esperanza escondida
que cree que algún día
por error, por milagro o por melancolía
te pueda llamar de alguna manera Mía