Hace unos meses sufrí un extraño incidente. Iba caminando muy tranquilo cuando olvidé hacia dónde me dirigía. Subí a un taxi, le indiqué al conductor una dirección, pero al instante me resultó totalmente desconocida. Sorprendido, pedí disculpas y bajé del vehículo.
Un amigo se ofreció a acompañarme para visitar a un especialista en el tema, ya que no era la primera vez que padecía problemas de memoria. Yo reí y no quise hablar más del asunto. Sin embargo guardé la tarjeta del profesional.
Pasaron varios días y olvidé lo sucedido. Un día encontré la tarjeta en un bolsillo de mi abrigo. Iba a tirarla cuando sentí cierta curiosidad. Finalmente llamé para solicitar una cita.
Concurrí, y supe que lo mío era un caso de Criptomnesia. El médico me explicó que ese fenómeno lo padecemos al descubrir un recuerdo difícil de rastrear. No muy convencido, acepté realizar una entrevista más; y fue en mitad de esa consulta, cuando repentinamente pude recordar detalles de mis vidas pasadas.
Al poco tiempo me di cuenta de que estaba teniendo sueños premonitorios y, en ocasiones, experimenté innegables episodios de clarividencia. Fui capaz de predecir con exactitud un accidente que ocurrió semanas después.
Cada vez más intrigado consulté con un terapeuta, y me sometí a una sesión de hipnosis. Así fue como supe que no todos mis recuerdos eran del pasado, también podía ver el futuro. Mi mayor sorpresa fue enterarme que sólo estaba de paso en este tiempo. Era uno de los enviados que viajaba constantemente a diferentes épocas.
Por fin entendí muchas de las dificultades que padecía. Por ejemplo: mi insatisfacción constante, la sensación de soledad y el sentirme permanentemente fuera de lugar. Poco a poco, fui recordando detalles asombrosos: la nave con la que me desplazaba por todo el planeta, los rascacielos de mil metros, las ciudades subterráneas, la eterna juventud, y por supuesto, mis extraños viajes. En cierto momento el terapeuta me interrumpió, pero yo estaba muy alterado y no dejaba de hablar del implante de un chip en mi cerebro. Entonces perdí el control.
Hace un rato desperté en este lugar y no entiendo cómo he llegado aquí. Algunas personas se acercaron para hablarme, como si me conocieran. El vocabulario y vestimenta que utilizan llaman poderosamente mi atención.
Ahora, me han recluido en esta habitación de paredes blancas. Cada tanto, alguien me visita. He notado que todos están preocupados.
Desconozco si contraje una rara enfermedad o sufro de algún tipo de amnesia temporal. Intento comunicarme telepáticamente, pero es inútil.
Acabo de tener un fugaz recuerdo ¿será del pasado o del futuro?
La cuestión es que en mi mente he visto una escena peculiar. Se trata de una persona que trata de rescatarme, y eso me tiene preocupado, porque el tipo se parece demasiado a mí.
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