El papel desgasto sabiendo que así desgasto mi corazón. Mutilación consciente, inevitable. Te escucho mientras lloras y lloro contigo mujer. Siento una necesidad mortal de abrazarte y rehúyo por temor. Cantas a mi alrededor " ya no hay remedio" y entre frases y palabras trato de entender tu dolor para así hacerlo mío.

Escribo mientras tu voz me endulza con dolor y rabia. Me miras buscando refugio y te entrego mi corazón. Te cojo las manos y es imposible no llorar en tu vientre, ese que ya no es capaz de crear vida. "Malditos hijos de puta", reniego entre dientes y me aferro a tu cintura. Acaricias mi cabello mientras cantas con voz apagada aguda. Duermo y sueño: Sangre, dolor, quejidos, vientre seco.

Nadie te comprende mujer, nadie. Lloraremos a la entrada del río entre pasto y eucaliptos, lloraremos por la muerte de ese que no pudo nacer porque nunca le dejaron. Lloraremos sentadas entre la caída del sol y la entrada de la negra noche y cantaremos entre luna y luna para ver si así el mundo nos deja dormir en paz.

Morir quieres y yo no te dejo. Seco tus lágrimas mientras las mías mojan tus manos. Destino maldito, te quejas... sigo escribiendo y te dejo sentada a la entrada del río de sangre, ahí te quieres quedar mujer y yo nada puedo hacer, quizá pronto te alcance, quizá pronto te siga. Quizá tu destino sea al final el mío. Mujer, te quiero mujer, sigue trenzando tus cabellos, sigue llorando a la luna, sigue cantando con pena, con dolor, con angustia, ahí a la entrada del río de sangre y espérame que no tardo en llegar para acompañarte.

Sueño: muerte, sangre, indiferencia. Termino de escribir y ya no estás más conmigo mujer. Ya te has ido a buscar a tu hijito, a ese que nunca dejaron nacer.