Alguna vez te escribí una carta,
Un texto, una palabra.

Alguna vez te escribí
"¿Quieres?"
y tú dijiste
"¿Estás seguro?".

Otra vez, te pregunté cantando
"¿Qué será de mí, sin tí?"
Tú recitaste
"¿Y de mí?"

Fue también una frase truhán
"¿Te atreves?"
y recibí
"¿No es peligroso en demasía?

Mañana te diré
"¿Vamos?"
Pero tú, por primera vez en la vida, y sin rodeos, ni temores, y sin el angustioso titubeo, ni l la lánguida mirada
y tú me dirás
"Sí, para siempre".