La vida es una continua espera.



Esperar, siempre esperar.



Me levanto en la mañana,

con el frío en los huesos

esperando que el sol me agrade

con un poco de su calor.



Espero a que tú despiertes

y me regales con tus caricias

esa ternura que aun me falta,

un poco de tu amor.



Espero que un día

me mires y veas,

que hay algo más allá

de lo que ves en derrededor.



Quiero decir(te) mil cosas y las callo,

aprieto los labios cerrando la boca

por miedo a lo que pueda

escapar de aquí adentro.



A veces te quiero, y no quiero hacerlo.

Otras tantas sé que no es cierto,

que es ilusión todo esto

y el resto solo me infunde temor.



Espero que caiga la tarde

abrigada por tus palabras,

que dan vuelo

a este alocado corazón.



Espero que mis heridas se cierren

al paso del lento tiempo,

poder de nuevo volver a confiar

y entregarme a un nuevo amor.



Espero que llegue mañana.

Tal vez, sea mejor.