El miedo volvió a mí, como las olas del mar. ¿Cómo puede la Torre de Babel ser tan frágil? Es tan sólo una torre de cristal, una y otra vez, una torre de cartas que con una simple brisa de destroza, se cae en pedazos. ¿Cómo volver a construirla, si todas las cartas vuelan? ¿Cómo correr atrás de todos los pequeños pedazos y escombros que se destrozan con el viento, que desaparecen con el latir de un solo corazón? ¿Cómo conseguir de nuevo todos esos aquellos pedazos que desaparecieron? ¿Cómo reconstruir una torre de cristal, y borrar las rajas que quedaron grabadas para siempre? ¿Cómo arriesgarse una vez más?

Nunca nada es claro, y cada que el miedo se va, siempre hay una razón, una señal para que vuelva. Siempre hay algo llamándolo, trayéndolo de vuelta, y yo ya lo mandé lejos. Hoy por hoy, ya no es que el que se va sin que lo boten, regresa sin que lo llamen. Nadie te llamó, maldito miedo! Nadie!

Pensé que no volvería a sentirme así, con ganas de correr. Con ganas de tomar mis maletas e irme de aquí. Pero eso es lo que hace el miedo en mí. Me hace ser una niña de 5 años perdida en una enorme ciudad, que solo tiene suciedad, gente mala, y muchos callejones oscuros para mí. Siento que tengo que correr, pero algo dentro de mí me dice que me quede, y que enfrente todo aquello que yo nunca pedí, pero que está aquí, de la mano con el miedo y la soledad, de la mano con el amor y el rechazo, la cobardía y las mentiras, la pasión y el desenfreno, el pudor y las lágrimas, las sonrisas y el llanto, el tú y el yo.

Correré a embarrarme en el fango de las calles, entre los árboles, entre la gente. Correré y me revolcaré entre la mierda una y otra vez, y me levantaré una y otra vez a enfrentar el miedo. Al fin y al cabo siempre dije que la valentía no es la ausencia del miedo, si no el considerar que hay cosas más importantes que el miedo. Así también, entre la mierda y el miedo, siempre puedes encontrar una flor. Sólo hay que buscar bien.

Paciencia, y si se puede, buen humor.

Salud, por todo aquello que me hace caer. Y después de todo, levantarme.