Cual estela de una nave Al pasar ella quedaba Movimiento y perfume Que la mente turbaban. El impulso empujaba La razón aquietaba El querer poseer Ese cuerpo deseado. Y otra tarde llegó Y Estela pasó Tras ella corrió presuroso A gritar su calor contenido. Y cantaron las aves su canto de amor lo deseado llegó esa tarde al caer Y hubo fuego, pasión y desvelo Caricias, besos y manos Que corrieron su cuerpo desnudo Y bebieron la miel que llevaba. El despertar fue grandioso Apretados muy juntos estaban Sudorosos aun y felices De haber consumado el delirio.
Texto agregado el 27-10-2011, y leído por 191 visitantes. (3 votos)