día a día viene los perros y gatos a mi casa... les miro a los ojos y siento algo bello en esa eternidad de miradas... todos quietos como estatuas, santos de polvo y pelos... rompo aquella magia y con una sonrisa y suelto de huesos, sonrío... ellos mueven sus colas o se enroscan como espirales... busco algo de comer y con dos ollas muy grandes les hecho todo el alimento que tengo de sobra en mi cocina... huelen a lo lejos todo y se paran en dos patas, mientras los gatos me traspasan con sus ojos el alma... dejo las ollas y vuelvo a sentarme en la puerta de mi casa... soy un dios o un padre para ellos... es hermoso pues cada día vienen mas y mas animales... hasta un pequeño ratón se ha acercado a mi edén... la gente por las calles me observan asqueados y han llamado a los municipales... lentamente veo como cogen a los pobres animales que son como presa de instintos salvajes del ser humano... somos unos condenados, estamos hechos para desaparecer como el polvo que piso cuando camino por la calle...pienso en el mundo sin personas, plagado de animales, lleno de alimento con harta comida en sus tierras... la ley del mas fuerte sería la tradición... espero volver a esos valles donde el sol se hace mi hermano y la luna mi hermana... espero ser uno con todo aquello que se siente y no... espero tantas cosas mientras recuerdo que vivo dentro de un cuerpo hermoso, lleno de sangre y huesos, adornado de pensamientos y deseos, brillando un sol divino en cada aliento que respiro...