Sólo están en mi cabeza
los muros de la infancia
y no puedo escapar a Marte
A olvidar las voces de fuego...
A castrar los recuerdos...
La noche y el día
no bastan para sangrar
porque la palabra blanca
que surge del anhelo arcano
se desvanece con el resoplo
de aquellos días violentos
desiertos
no callados
pero inciertos...
Esos días de sueños
y de intentos
en que comencé a morir lento.
Texto agregado el 25-10-2011, y leído por 343
visitantes. (8 votos)
Lectores Opinan
29-11-2011
Qué manejo, jaja, impecable. mepm
29-10-2011
Suerte que esos momentos están ya lejanos, pero no borrados del recuerdo. solo sabemos los que hemos pasado por momentos similares. Mis estrellas...***** nito69
26-10-2011
Que se minuto sirva para dejar enterrado ese pasado para siempre y al terminar sea la renovación hacia la felicidad, bello poema******** jagomez
26-10-2011
Buenos versos y razonablemente ciertos, porque se empieza a morir en el mismo instante en que somos conscientes de que estamos vivos y soñamos.+++++ crazymouse
26-10-2011
Y ese minuto de silencio que pareciera extenderse en el tiempo habla por tanto vivido, alguna vez, algún día de otrora. Quedo pensando en este verso: "los muros de la infancia" hayajo