Era una noche en medio de la selva, habia ido a apoyar la construcciòn de una casa para un guardaparques y hubo que pernoctar en el lugar a causa de la lluvia y la no existencia de transporte. Cae la noche y encendemos una linterna antes de acomodar lugar para dormir. En la madrugada abro los ojos, todo es negro, no veo ni mis manos, abro mas mis ojos y al rededor solo el silencio, ni una sombra, ni una luz, ni una imagen, ni un sonido, nada. trato de levantarme y un peso sobre mi pecho, como una bota me presiona contra el suelo, me pisa y no puedo gritar, ni respirar, ni moverme. Cierro los ojos, busco aire, me ahoga, no veo què me ataca, no toco nada sobre mi, solo me oprime la obscuridad absoluta. Rezo, voy a morir no logro moverme. Abro mis ojos y desde la copa de un arbol un cocuyo revolotea entre la noche y el silencio, la luna arroja un suave destello, respiro, me levanto y enciendo la linterna. Todos duermen, solo estamos vigilàndonos la selva y yo. Hasta que ocurre el milagro de la aurora. Sol sagrado, lo mejor que hizo Dios para garantizar la vida. |