Volveré a escribir cuando las musas aparezcan, cuando la tarde torne gris los rojos filamentos en el cielo, cuando millones de estrellas me llamen desde adentro, entonces volveré, con la pluma como el viento a escribir de mi aposento lo que dicte el corazón, de mi alma vagabunda obtendré las cosas bellas, del mundo sus vivencias, de otros sus quejidos, y entonces con el arte del espíritu sin doma, convertiré en agradable aquello que entristece, transformaré en sonrisas las lagrimas de furia, traduciré en amor la ruptura que te quema, y cuando leas ávida las letras de mis cartas, y rías y llores y la gente te crea loca, volveré con fuerza a cantarte mis amores, y ya no me iré más aunque mi ausencia esté, porque viviré en ti como tu en mi corazón |