La noche se queda entre mis dedos
el azul se renueva siempre
brilla mi corazón espejado.
Con las manos limpias imploro
amor donde reposa la vida,
donde está escondido el aroma del sol,
que al ser masculino su olor es perturbador.
La luna coqueta lo sabe distinguir
así lo ama, sobre las estrellitas de plata,
dentro de cada esqueleto de algún
planeta desaparecido donde brilla
la luz del sol, junto a la femenina luna...
que vestida de musa se pasea con el viento
acurruca en cada soplido de la genial fuerza,
todo pasa como una nube traviesa.
te espero amor, en la esquina de siempre
con mi mariposa vestida de mil colores,
y mi sombrero calado de piel y ojos sonrientes.


MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI