Sion naciendo en una esquina del recodo de algún tiempo
En el caos anodino entre barro, fuego y viento
Sin apodos ni destinos con pretensión de alborada
Colándose entre las grietas de mis cenizas gastadas

Amigándose de un tino de razón que comprometa
Sin amante clandestino que le arranque la careta

Saboreando la derrota de saberse sometido
A un precepto humedecido de vocación indiscreta
Cansado de cobijarme en mi triste omnipotencia
Evito dictar sentencia a pasiones incompletas.

El tiempo lava las penas en el charco embravecido
De los pecados bandidos y las frutas que envenenan.

Harto ya de evitar todo lo que me quite el tormento
Sufro parco y a mi modo, sin angustias ni lamentos
No quiero hacerme ya el duro y terminar desahuciado
Entre un presente con muros y un futuro sin pasado.

Humana naturaleza que me naveguen tus velas
Aún buceo entre tus mares a pesar de mis certezas.