OSCURIDAD

Los segundos pasan a tal velocidad que se convierten en horas en un santiamén, me parece que fue ayer cuando estuviste besando mi oreja susurrando cosas que solo los amantes enamorados pueden repetir, pero aquí y ahora solo veo lo lejano que eran esos tiempos, pese a que me niego a aceptarlo, se que ha pasado mucho tiempo.

Mis manos están vacías, mis abrazos solo sienten el aire, y mis besos solo rosan la fría seda de mis sabanas. Mi cama es tan grande para mi sola, y esta oscuridad que me envuelve… hace que me sienta en medio de la nada.

Hay tanto espacio dentro y fuera de mí que creo tener un gran vacio dentro de mi ser, mi mente me ordena seguir, mi alma me pide y me suplica que me quede quieta dentro de esta oscuridad, mi alma suplica tan vehemente que por momentos quiero acatar su suplica y dejar que esta oscuridad cubra todos mis sentidos, que inunde mi mente de tal forma que ya no sienta nada, que el dolor desaparezca y escapar a esa oscuridad olvidándome de todo.

Pero entonces escucho esa vocecita tan tierna, tan infantil que me llama, entonces es que mi mente se sacude y abandona la oscuridad solo para salir a luz de aquella voz, y esa voz va entrando dentro de mi para llenarla con su brillo, primero con suavidad, iluminando tenuemente mi cordura, para después entrar con toda la fuerza de su poder sobre mi mente, dentro de mi alma… miro al rededor y una sonrisa termina de iluminarlo todo, dejándome expuesta a la completa luz de la vida… mi hijo ha despertado.