Cómo decir con la lengua terrena mandatos de otro mundo. Cómo advertir la muerte tras el nombre impuesto. ¡Ojos infinitos! ¡Tú lo dijiste! Con la boca que habita entre los muros tu no-entender la vida. La noche te dejó tristes sombras en el cuerpo para hurgarlas con mano plena como a hermosas criaturas de la infancia. Diminuta y aterrada. Flora. Para llamarte faltaron idiomas de invierno, de humo, de llanto metafísico; de soledades contenidas en la piel.
Texto agregado el 12-10-2011, y leído por 118 visitantes. (1 voto)