Estoy parado aquí,
en este lugar sin nombre.
algo corroe las obscuras murallas,
algo las posee…
una presencia incorpórea rondando agónica por pasillos cóncavos eternos.
Veo la figura irresoluta de un ángel esculpido en mármol,
erguido gigante en el centro de una plaza abovedada.
Extrañas figuras se mueven en las cuencas de los arcos,
… y el ángel trizado,
una patina de miles de años a cuestas.
Creo que la piedra se retuerce,
creo que ese mármol cruje y gira la motuda cabeza,
y un coro emerge de un infinito prohibido,
Como un ronquido punzante furioso escapando por troneras infestas,
el ángel me sonríe,
una mueca torva,
un anuncio…
es él encerrado en este mundo sin nombre,
entre pasadizos que forman una jaula laberíntica,
…donde todo y todos se extravían,
y el ángel trizado se incorpora y caen trozos,
se levanta una bruma…
me sofoco,
abre sus ojos negros como un corazón asesino,
“¿Qué haces aquí Dante?”…pregunta… en una lengua indescriptible…
Estoy perdido.
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