No me curo, no quiero estar cuerdo de atar,
Me falta el mar, y quiero ahogarme en tu flujo.
Si fuí con las pupilas dilatadas fue pa ver mejor
Como lo de fuera es muy distinto a mi interior.
Naufragué en mis lágrimas de impotencia y rabia
Hasta llegar a ser casi feliz en la isla de Babia.
Sabía que hay muchos marineros de agua dulce
Que van de piratas y se matan por pocas luces.
Yo encontré mi faro en el río muerto
Que me hizo hijo del desecanto y de la marea alta.
Dejé a una arpía seca en cada puto puerto.
Nadando con las orejas en balsas de doble malta.
Tiburones se disfrazan de pezqueñines
Y ríen como hienas como si me frenara lo que opinen.
Aquí no hay vigilantes de la playa.
Pamelas Anderson en mis sueños están decapitadas.
Texto agregado el 10-10-2011, y leído por 105
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