Algún día te darás cuenta,
has estado tocando una puerta
mágica, fuerte, encantadora.
Has estado ansiando, gritando y esperando
palabras de ternura y de cariño
que salieran esa puerta
detrás de la cual no hay casa para ti,
detrás de la cual hace tiempo que no hay nada.
Pero hoy no, algún día te darás cuenta.
No hay nadie al otro lado, no hay nada al otro lado
Excepto, y como mucho, un océano jubiloso.
Pero hoy no. Hoy solo esperas,
esperas fuera mirando mañanas soleadas
que algún día se romperán como se rompió el mito
para pasar a la realidad del logos
pero que hoy pueden ser mañanas perfectas,
mañanas alegres, plenas, que apaciguan tu alma
diciéndote “tal vez pronto se abra”.
Y así continua la espera.
Pero hoy no, algún día te darás cuenta.
Falsos sueños te cegaron y te dejaron a la espera
de una realidad que no es la tuya, ojala que lo fuera.
Pero hoy no. Tal vez mañana.
Hoy solo tienes que soñar porque
aunque los sueños son peligrosos,
más lo es aún vivir sin ellos…
Cuando abras los ojos verás
que no hay nada detrás de esa puerta
porque no es la tuya, porque simplemente
has estado tocando en la entrada equivocada.
Algún día te darás cuenta,
antes de que tu energía se pierda, mucho antes,
de que hay cerraduras que encajan
con la llave de tu alma
de que hay tesoros que solo tú puedes abrir,
de que hay maravillas escondidas ,
de que hay todo un mundo por hacer…
y toda una vida para hacerte.
Dedicado a: runner.
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