Gimen los vientos con lúgubres bramidos
Entre los sombríos pedregales, figuras huidizas
La ventisca en remolinos levanta la fina arena
Una figura sombría emerge bravía de sus entrañas.
Eres el errante, eres el hombre envanecido en la arena
Que castiga la piel cuando te mezclas con el viento
Siendo tus granos diminutos, cual filosos puñales
Que hieren el alma se hace carne y lacera la piel.
Eres el hombre de arena, te acercas y diluyes a la vez
Dejando en tu camino solo penas y desasosiegos
Amas con fervor erigiendo tu temida figura de arena
Las seduces con ansias, las enamoras y luego te desgranas.
Solo arena de tu cuerpo reciben y en desierto te conviertes
Dejando detrás solo penas y heridas que jamás cerrarán
Se abrazan a tus abrazos, recorren con sus manos tu cuerpo
Y solo quedan en sus manos heridas, arena convertida en hiel.
Ray
Texto agregado el 09-10-2011, y leído por 182
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
02-11-2012
Lo vuelvo a leer... ideal para mi mujer de Arena...! almanueva
19-09-2012
Increíble... !!!! Presentaría a tu Hombre de Arena a mi Mujer de Arena... y quizás al enamorarse...construirían una playa o un desierto, pero ya no estarían solos..!! AlmaNueva
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