Te hablo de un incendio, un te quiero fugitivo embriagado de dolor; una estela de ilusiones enhebradas con la aguja del silencio. Me hablas de un "lo siento", y yo siento a la deriva mi refugio de cartón, azotado por recuerdos que revientan mi cabeza cada instante que te pienso.
Texto agregado el 08-10-2011, y leído por 144 visitantes. (2 votos)