La abuela se empeñaba en que aprendieramos a cocinar "para que nunca pases trabajo en tu vida, una maestra y una cocinera son bienvenidas en todos lados, sobre todo donde hay muchos niños" decìa, asì aprendiamos muchas recetas mientras leìamos para ella, hasta que llegò la hora de los platos dificiles y empezamos a practicar, donde se cocina una parte a fuego, otra parte cruda y otra lìquida pero espesada y otra de ensamble y otra de horneado y previo tapado con papel de aluminio, se cocina en equipo, si sale mal es culpa del recetario, si sale bien, fuimos nosotras..."sigue bien las instrucciones, para que aprendas a vivir bien". El pasticho es caro como la vida, tiene que quedar bien o pierdes una fortuna en ingredientes, ya sabes, una capa de salsa bechamel bien saladita y con nuez moscada para que te pongas mas inteligente cuando te la comas, nada de durezas ni pelotas, ni engrudo ni agua, como el caracter, firme y unificador hijita, nada cortado, todo estable y en armonìa. Luego una capa de pasta durita pero cocida, luego la carne guisada con tocineta y salsa de tomate, quesito y mas pasta, mas engrudo, digo, bechamel, y pasta, repite y repite las capas hasta llenar la bandeja, al final,tiras de jamòn, quesito rallado, aceitunitas para adornar, "como la vida mi pochola linda, mi pochola bella, mi niña". Año a año, capa a capa, uniendo diferencias con caracter y sabor, con carne-amor y salsa amor, con adornos de inteligencia, recuerda un pasticho delicioso es construir la vida, con fe, ideas, creencias, diferencias y encuentros amalgamados de caracter-bechamel, toques de colores y rojo pasiòn tomate, bija cariño, alegrìa condimentos orègano, comino, aromas risas. Alcanza siempre para todos y todas, no escatimes nada, sean buenas y aprendan a compartir, para tener buen vivir. El trabajo no averguenza, pero estudien niñas, cocinar es tradiciòn y saber vivir es la orden de Dios. Cocina la vida para que no sea cruda y fea. Estudia siempre y si no sabes que hacer, sigue la receta. Busca un hombre que entienda esto y tendràs ahì a tu pareja. Esto me decìa la abuela hace treinta y cuatro años, sirva este homenaje en el aniversario de su triste partida. |