Arribas, y me provocas
instintivos sueños vedados
a la eternidad deseada.
Esa ilusión efímera
de días imaginarios,
en que te recuerdo
deseando olvidarte
en el profundo olvido.
De la pendular memoria
níveos duendes, turban
mi desnuda huella
cual resto de polvo
vacío de sombras.
Huyen de la ausencia
los pájaros indecisos
de mis pensamientos,
dejándome perdido,
atrapado en la nada.
Y cuando solo me quedan,
pequeñas palabras caídas,
amanezco sonriendo
dormido en tu pecho.
Texto agregado el 07-10-2011, y leído por 359
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Lectores Opinan
08-10-2011
Excelente. 5* YATAGAN
07-10-2011
Hermoso poema, nostálgico y romántico...****** silvimar-