Autor: Orlando José Hernández


Entre dulce y amargo, sentimientos opuestos
Amores eternos.

Resignado a la dulzura de tus labios y el calor de tu piel

Esperanzas que en el tiempo junto a mis sueños vi.

Impulse mi barca en el rió inmenso del amor

Con un rumbo y una meta

Navegue en el mar de tus caricias

Te sumergiste en el mar inmenso de mi corazón

Anduve a ciegas el camino errante en la oscuridad de tu querer.

Brinde en tu nombre al conocerte

Escudero de mis sentimientos y vigilante de tus sueños llegue a ser

Amante y enamorado de los sueños y de lo incomprensible de la vida estoy

Tirare mi ancla en un valle desolado

No por tristezas ni por penumbras

Tan solo a meditar

Regocijado de felicidad plena me haré fuerte

Invadido de alegría

Con el amor y la fe de la mano

Fortalecido cual caballero con su armadura y corcel

Silente de los recuerdos

Valiente en la oscuridad

Sigiloso a altivo con la frente en alto

He de volver.