En días pasados me encontré platicando con un amigo, me comentaba que estaba preocupado por el tipo de educación que se estipulaba en los planes oficiales. Que sentía que los mismos planes no le garantizaban al educando poseer las herramientas necesarias para el éxito profesional, ya que la educación especializada no prepara de forma suficiente para afrontar los problemas profesionales y que permita al alumno poder hacer uso del conocimiento necesario creativo para salir avante en la vida diaria.
Me decía que la formación universal no debería dejársele al estudiante sino que debería establecerse puntualmente por el Estado. Me ilustró diciéndome que mucho antes en el Renacimiento, por ejemplo, se practicaba la educación desde la perspectiva del “Qvadrivium” que consistía, -explicado coloquialmente-, en una educación de siete artes liberales, esta forma, se observó en Universidades tan famosas como la de París, Bolonia o Salamanca.
Me señalaba, por ejemplo, que además de aprender arte, el mismo alumno estudiaba matemáticas y así, es que la humanidad vio personas tan preparadas en diversas disciplinas de la ciencia como Da Vinci; de quién encontramos trabajos tanto de arte como de ingeniería militar en la actualidad.
También, seguía fundandome su argumento: Yo, por ejemplo, para comprender derecho acudo a la lógica, ética y/o filosofía y al estudiar ésta última me adentro naturalmente a temas de filosofía de la ciencia, entre otras, que necesariamente me remiten a aspectos de física o matemática.
En la cátedra, me decía, debes estudiar pedagogía y psicología educativa y si la clase es de leyes también de psicología criminalística. Si tengo que explicar algo que no se ve pero que existe como la ley natural, puedo hacerlo acudiendo al neutrino de física o, si explico los imperativos acudo a formulaciones de estructura matemáticas.
Así, si explicas valores fundamentales como bien común o bienestar social debes estudiar derecho económico y las teorías económicas que rigen a la economía mundial y que, para una explicitación idónea, se debe acudir a la ciencia política nutriéndose obviamente de la sociología.
Para dominar formas de expresión y escritura debes dominar la ciencia del arte, la retórica y sobre todo la argumentación. La biología también debe dominarse pues si hablas de práctica forense, necesariamente debe estudiarse o, si analizas como rastrear en pruebas forenses restos de estupefacientes, necesariamente nociones químicas se deben dominar.
En cuanto a la persona; el buen profesional debe observar las virtudes cardinales, pues con ellas podrá tomar decisiones acertadas, lo que le ayudará a combatir la natural imperfección humana y sus pasiones, por lo que también se hace necesario cursar estos aspectos importantes.
Y me concluía mi amigo; Un egresado debe ser preparado tan ampliamente como se pueda, atendiendo a todas las disciplinas señaladas y que son Qvadrviunescas, no sólo por su beneficio sino por el de la sociedad que lo cobija. Yo, me decía, casi a la mitad de la vida, no he dejado los libros, sigo leyendo, cursando y reflexionando sobre los temas; se vuelve una forma de vida que pienso, es mejor.
Después de la plática, mi amigo y yo, nos despedimos de la siguiente manera: Bueno ELLO cuídate. Gracias, tu cuidate también SUPERYÓ. Bye.
………Y según nosotros nos fuimos por caminos opuestos.