LA PALOMA TRISTE 179 palabras
Hoy, al despertar en la mañana,
Sentí el gorjear de una paloma.
Fue su canto tan triste y lastimero,
Que tierno penetró hasta mi alma.
Me dijo que los euros helados;
Vagaban silenciosos por mi frente.
Me dijo también, que ella moría,
Si un minuto más estaba ausente.
¿Por qué tengo que ser tan castigado?
¿Si es verdad, que hay un creador?
¿Por qué esta pena?
¡Si hay un hombre que haya amado!
¡Ese soy yo! ¡Vaya condena!
Aunque alargue mi cadena,
No descansaré de estar pidiendo,
Un revoque a este justo jardinero.
No descansaré, sin antes verla,
Sin antes amarla por entero.
Aquella paloma que me dijo,
Que ella pronto se moría;
Voló sobre mis llanos y el otero,
Luego se perdió en lejanías.
Talvez ya quejumbrosa.
Talvez agonizante, ella me espera.
Si muere, retaré a la muerte,
A duelo de cuchillos, por mi diosa.
¡Le daré sí, su merecido!
Para que entienda que el amor sagrado,
No debe mancillarse en tal sentido.
No debe separarla de mi lado.
Reinaldo Barrientos G.
Rebaguz
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