Me suele pasar, cada vez que veo ese lugar los recuerdos de improvisto reviven, y veo la sombra de nuestros pasos en la infancia el cielo hoy se ve tan azul las nubes son mostruos que se transforman en cosas que inevitablemente, hacen que te recuerde. En aquel instante no hubo tiempo: solo tus labios jurando estar con migo, por la eternidad y el endeble aleteo de una mariposa que muere un segundo de perfeccion en la agonica caida. El tiempo es un demonio perverso que juega con nosotros, sus marionetas sabes? es a cinco centimetros por segundo... es la caida de un petalo de flor de cerezo, una sakura pero es a cada segundo que mi mente recuerda tu aroma. Jonathan Yukito Lesmes
Texto agregado el 04-10-2011, y leído por 95 visitantes. (1 voto)