La noche media ha pasado y, aunque hace calor, la brisa del mar es bastante reconfortante. Me gusta esa brisa con ese olor especial que me recuerda que, a pocos minutos de aquí está mi querida playa, a veces silenciosa, otras atronadora, pero siempre dispuesta a escuchar y a acoger al incomprendido, al desolado, al travieso, al amante,…

En esta noche de verano podría soñar muchas cosas, podría imaginarme sumergida en las profundidades marinas sonriéndole a la vida, o sonriéndole a todas esas personas que han ido ocupando un hueco en mi corazón, podría soñar que juego con delfines o que viajo al sol, a la luna y a las estrellas y, sin embargo, en esta noche de verano estoy soñando contigo.