Tú que has nacido del zigzagueante
devaneo de aquellos mis recuerdos
que en borbotón emergen deshilados
como el trabajo de india de los campos.

Tú que mojada en tinta salpicando
vas de poco en poco la hoja inundando
con recuerdos y memorias ya ausentes
por el extenso andar de mis ayeres.

Mantén aún más viva mi memoria
incluso cuando en tu palidez Cronos
deje el ocre de las hojas de otoño,

porque tú trascenderás mi partida
al contar a otros, lo que por olvido
a tu memoria de papel confío.


Tú, mágico lienzo que vas teñido
por tinta de memorias y recuerdos,
como halo de reflejo prisionero,
se fiel guardián de aquellos mis recuerdos

que deposito en ti antes que no pueda
volver en mí para pedirle al viento
traiga consigo el papel y la tinta
con que plasmar mi memoria en el tiempo

No en vano tú de mi alma eres reflejo,
con penumbras y despejados cielos,
que asomaron tan pronto son llamados

por la pluma que descansa en tintero,
aquella que de glifos va llenando
la memoria de papel que hoy comparto.


Ailed Zull Zayhev ©