Hoy se cumplen 7300 días. Debería realizar cruces en las paredes a medida que termina un nuevo día. Seguro acá no resultarían tan simpáticas y encontrarían la forma de retarme por infringir alguna norma.

No sé si afuera hace calor o frío. Estoy más desanimado que de costumbre. Me duermo, me despierto, y no sé que hora es, o si es día o de noche. Conozco otros que están en la misma condición que yo, pero hasta parecen disfrutarlo! Aunque siempre parecen ser los más pelotudos, o los más complacientes. Supongo que siguen siendo ellos mismos, a diferencia mía, que ya no me reconozco. “Dejas de ser vos”. Los que llevan más años se lo dicen a los nuevos, pero en esto, como o en muchos otros aspectos, tenes que curtirte por tu cuenta.

Me acuerdo cuando era pendejo, tenía ganas de todo, soñaba con todo, la fuerza y el empuje no eran problema! Recuerdo estar tomando sol en la pileta, antes de ir al gimnasio, y mi único problema era si tendría suerte a la noche y me podría coger finalmente a esa pendeja que tenía el culo paradito. A veces cuando me siento así, tan mal, me sorprenden los lugares a donde me llevan mis recuerdos, tan supuestamente inconexos. Puede aparecer de golpe una escena donde estábamos con un par de amigos, en la quinta de los parientes de uno de ellos, yendo a un pequeño lago donde estaba lleno de pobres ranas (digo pobres porque las cagábamos a pedradas) y a la tarde se escuchaba su particular canto. O recordar una escena, donde estábamos jugando al fútbol con unos amigos y mi viejo, y sentir que yo jugaba mal y mi viejo me miraba en forma reprobadora. Que mierda serán esos recuerdos?! Se relacionarán de alguna forma con como me siento en este preciso momento? El psicoanálisis diría que sí. Que por algo yo hice esa asociación. Anda a saber.

Comparo ese yo, con este otro y la diferencia es asombrosa. No es solo el cambio físico. Es en mi personalidad, en mi alma, que es aun peor. A veces pienso que si pudiera viajar en el tiempo y mostrarle un video de quien les habla, a ese pendejo que mencionaba antes, lo volvería loco. Escribo esto y escucho por la ventana, enrejada por seguridad obviamente, gritos de niños, risas, bocinazos de auto. No me interesan. Ellos viven en otro planeta. Ellos son libres.

Cada día es interminable, y el objetivo es solo esperar a que llegue la noche, irse a dormir y esperar el siguiente día. Tuve en mis manos la posibilidad de no caer en esta. Tuve opciones, o eso creo. Tengo estudios, estoy capacitado. Aunque Capaz estaba en mi esencia terminar así, y no importaba tanto la decisión ocasional. Eso a lo sumo retardaría lo inevitable: terminar en este estado. Hoy se cumplen 7300 días. Seguro vendrán parientes de visita. Habrá que fingir alegría hasta que se vayan, para luego poder acostarme y volver a recordar como era ser joven y fuerte. Viajar en el tiempo. Evadirme.

Estoy insensibilizado. Por ejemplo esta mañana, cuando mi mujer me despertó, me trajo el desayuno a la cama y me dijo: “viejo, feliz aniversario!! 20 años juntos! Ojalá sean muchos más...”, no se me movió un puto pelo.