Ella se exhibía sin disimulos atrayendo la atención de quienes paseaban por aquella elegante zona de la ciudad.
El hombre la tomó entre sus brazos y la llevó a una habitación del interior.
Lentamente, con estudiado cuidado, fue despojándola de sus finas ropas. Ya completamente desnuda movió los dedos hacia aquel escondido lugar donde antes le aplicara con fuerza los labios y le dio un suave pellizco
Ella exhaló un largo suspiro y se inclinó hacia adelante como rendida.
El dobló y guardó en una caja la muñeca inflable de la vidriera.
Texto agregado el 30-09-2011, y leído por 114
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
04-12-2017
Jocoso divertido y original, me gustó el manejo de los tiempos y creas una historia entretenida en solo un par de reglones, muy bien. Saludos desde Iquique Chile. vejete_rockero-48