Tú me devuelves la vida,
Cuando desfallezco,
Y sabes querida,
De ti, estoy preso.
Tú me das ánimo para vivir
En los momentos negros,
Me motivas a existir,
Aunque halla infierno.
Tú me incitas a luchar,
Aún contra las tempestades,
Y me haces olvidar,
Cuando hay calamidades.
Tú me haces suspirar,
Cuando dices, que me quieres,
Me permites admirar,
Por ti, a las mujeres.
Tú me regalas un beso
Y me voy al paraíso,
Manteniéndome preso,
Y tienes mi permiso.
Tú cuando dices “Te amo”,
Me matas, me enloqueces,
Y cuando yo te llamo,
Olvido pequeñeces.
Tú mi muñequita querida
Vives en mi pensamiento,
Eres parte de mi vida,
Mi cielo y mi tormento.
Tú consigues día a día
Que aumente mi cariño,
Tú mujer de maravilla,
Consuelo de aquel niño.
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