MEDEA*
Agotada, en el descomunal desorden de sus sentidos, por protegerse del ventarrón,, se arrojó en cualquier lugar para dormir. Acosada por la sed y por la culpa su sueño fue inquieto.
Y soñó con vampiros aristocráticos y plateados, habitantes de cementerios lejanos. Soñó con un patio cuadrado todo de mármol y carente de puerta alguna, soñó un león de bronce en su centro, enigmático y ladino, pues fingía dormir.
Se vió en lo alto de un árbol robusto y sintió que abajo era esperada con paciencia ilimitada y , al llorar acompañada del viento, descubrió que tras él se escondía el batir rítmico de una fabulosa bestia, compendio de todos los tamaños y de toda la pesantez.
A las primeras luces y cuando el reposo la permitió tenerse en pie comprobó que la bestia que acechaba tras su sueño era el océano que rugía a los pies del acantilado que le había servido de lecho.
En el desarreglo de sus sentidos, en su fatiga, acosada por la sed y la culpa recordó que se llamaba Medea y comprendió que podía huir de los otros o afrontarlos. Hacer frente a sus improperios, a sus cárceles, a sus salivazos, pero no a la vergüenza. Entonces, sumisa, se entregó a la bestia que había afligido su sueño .
* Medea : Hechicera, que abandonada por Jasón, degolló a sus hijos. |