Cuando voy a verte resurges en tus alboradas. La hora aparece entonces cuando muestras tu presencia. En tu mirada me refugio mientras el río se escucha. Abrimos los días de par en par en agradable compañía. Quedan guardados en la memoria para matizar los silencios. Capturamos los colores diurnos y los observamos en las noches. Nada de esto nos cuesta.
Texto agregado el 28-09-2011, y leído por 245 visitantes. (6 votos)