Viento de invierno,
el agua helada resbalando por los músculos entumecidos,
la piel escarchada, quebradiza y sutil sensación,
el calor inexistente que emerge, sube atreves de las venas,
sangre y humo,
vapor cálido que golpea carmesí,
haciéndose camino, por donde no lo hay.
Los pies muertos por el frio del invierno en la playa,
el cielo gris, vos gris, mis manos rojas, mi pecho trémulo,
la noche al costado, cual pared en el precipicio del mundo,
noche gris también, revolución de la tormenta que se empecina en existir,
engullendo el negro, y el brillar de las estrellas,
fuego cenital de tu mirar, en este invierno gris,
en la playa, también gris.
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