Fue caminando a tu lado, que me sentí solo. Olvidado y obsoleto, caminaba por aceras, pensando en echar todo por la ventana. Llega un punto en el que lo único que tiene sentido es tomar y fumar. Pasaba dias sin hablar, solo por que sentia que no habia nada importante que decir. La rabia y la impotencia es tal, que tu cuerpo la somatiza. De pronto tu vida se convierte en un viaje en piloto automático, navegando en mares de indiferencia y soledad. Asi es la vida, te dices a ti mismo, todo mundo sufre por igual. La gente que te rodea deja de hablar en lenguas comprensibles, solo logras distinguir ladridos. Tus dias empezan a sentirse como una película en blanco y negro, una repetición de los mismo, y lo mismo, y lo mismo sabiendo exactamente cual seria el final. Pero tenia un momento para mi. Media hora de mi dia que nadie podía tocar. Durante este rato, mi mundo se detenía y volvía a ser feliz, me sentia como un humano, me daba una onza de energia y esperanza. Me hacia creer que tal vez podía sacar las cosas adelante. Me sentia con la tranquilidad de que nada podría derrumbarme. Por mucho que la gente siguiera intentando. Puede que no valga una mierda, y puede que todo el mundo me lo haya hecho sentir, pero este momento es mio, solo mio. Despues de esto podian volver a echarme las cosas en la cara. Despues de esto podia volver a ser tratado como un bueno para nada a pesar de tener una rutina de 14 horas al dia. Podia tolerar tus desprecios, y callarme los gritos que me derriten el esófago, todo por ser cortes. Te podía tolerar todo, con que me dejaran tomarme mi tacita de cafe. |