Qué solo me siento si estoy acompañado.
Qué triste es la vida del ser humano
que se hace preguntas siempre.
Me gustaría conocer
la simple realidad,
sin esperar una respuesta,
que me ayude a encontrar
la tan ansiada verdad.
Somos criaturas sensibles,
a veces esperanzados
y otras, torturados
por nuestros propios pecados.
Malgastamos tercamente
el tiempo que nos queda.
No podemos aceptar
que hay situaciones
que no podemos cambiar.
La soledad, mi amiga y compañera
hoy ya no me consuela.
Me gustaría comprender,
que nada hay que entender.
A veces nos toca llorar,
a veces sonreír.
Parece bastante sencillo,
solo se trata de vivir.