Ironía, justo ayer pensé que era un fantasma, que era invisible y no me había dado cuenta. Y es que pasaban junto a mí sin verme. Debió ser porque me sentía vacía, y el vacío es transparente, ¿no? Por la razón que haya sido, nadie me veía. Y claro que hablaba, pero todos seguían caminando. Mis papás, hermanos, todos se iban. ¿Había muerto ya?

Empecé a deambular por la casa maravillada aún de que nadie me notaba.

Después, gritos y un vaso romperse. Mi papá había enloquecido. Siempre lo hacía, pero esta vez el cuchillo estaba más cerca. Y yo también. Caminó hacia mí y por primera vez, notó que estaba ahí.
Recuerdo que el cuchillo dolió, seguramente porque aún estaba viva. Segundos después, caí bañada en sangre…

Al menos ahora puedo estar segura de lo que soy.