Sola en un viejo tren y leyendo su diario como habitualmente lo hacia…. iba ella, la mujer sin nombre… mirando por la ventanilla fue recorriendo una tras una las imágenes
de sus hijos hermosos y ahora tan lejanos, iba revisando su niñez, su adolescencia llena de música y alocadas noches de ese amor que nunca concreto, observo a lo lejos una brillante luz el paso de los años, ahora están ahí frescos sus adorados nietos, rozagantes, bulliciosos, algunos lectores de cuentos, otros caprichosos y dulces como la miel y otros llenos de preguntas sin respuestas… Pero donde se había quedado ella? quizás sentada en un banco esperando la brisa, tal vez esperando algún acertijo que hoy no tenia respuesta, ahí en ese lugar detuvo su mente. De sus ojos rasgados salio una lágrima, en que tiempo y lugar había detenido su reloj?
El tren se detuvo, ella bajo, tomo su diario… lo guardo en su cartera y de repente algo la hizo volver a la realidad, agarrada en su dobladillo encontró la imagen de la de la Virgen, recuerdo de su amada abuela que hoy la protegía desde el cielo, solo ella la mujer sin nombre sabia de aquel milagro.
Fue entonces que el viento cambio de rumbo ,,su cara se lleno de una inmensa alegría y se dispuso a terminar su viaje en la mas absoluta paz que hace tiempo no sentía ,
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