HAY QUE REGAR LA PLANTITA.

En estos catorce años que tengo de conocerte como mi pareja, puedo decir que he sido feliz y que la llegada de nuestros dos hijos, han venido a coronar nuestra unión. No sé ni por dónde empezar a expresar, todo lo que siento, porque es un mariposeo dentro de mi estómago que hace estremecer y sentir tanta felicidad por el amor que tengo ante mi esposo y familia, no es fácil hoy en día mantenerse unidad como familia. Y te doy las gracias a ti esposo por aguantarme tanto por ser no solo mi esposo, si no compañero y amigo. Eso es tan bonito el salir y con vivir como familia y claro el de tener nuestro espacio como pareja, porque la finalidad de todo esto es ser felices, para eso estamos en este mundo. Hoy doy mi vida, mi alma, mis energías. Le pido a la vida que me permita vivir muchos años para acompañarte en las buenas y las malas. Y seguir regando nuestra plantita, por el amor es como plantita que hay que regarla para que siga creciendo y siendo más fuerte y estable.
Te amaré mientras que Dios me permita sentir este amor tan grande que siento por ti.