Ven amiga, ven a mi
ven a sentarte a mi lado
pues he notado algo en ti
que me tiene preocupado.

Empecemos por tu faz
de límpida frente serena
hoy con el ceño fruncido
¿Es que te aqueja una pena?
Tus ojos he conocido
por lo dulce de su mirada
pero hace ya akgún tiempo
reflejan tu melancolía.
Tu boca siempre sonriente
sonrisa de perfectos dientes
con un rictus de tristeza
adivino lo que sientes.

Pon tus manos en las mías,
siempre tibias, nunca blandas
o te hallas podando rosales
o cosechando granadas.
Pero al tomar el pincel
son las manos de la artista
que coloca sobre el lienzo
de colores fantasías.
Tu cerebro está intocado
y tus pensamientos claros
emanados de tus labios
melódicamente hablando.
Tu corazón late fuerte
y yo asumo: enamorado.
Es decir, querida amiga
sigues siendo la persona
de quien sé, por tantos años.

Si, ya lo sé, no es secreto
para los que te conocemos
que en drástica intervención
quirúrgica te han privado
de uno de tus bellos pechos..

Expulsa ya de tu mente
esa tan inícua idea
de que al carecer un pecho
(o si al caso, fueran ambos)
has perdido tu atracción
o que estás "incompleta".
Aquel hombre que así piense
es superficial, vacío u obtuso
en lo que a ti se refiere.

Si yo perdiera una mano
o quizás fueran las dos
¿Me verías tu de menos
cuando más te necesito?

Pues el caso es verdadero:
ante los ojos amigos
o del hombre que te ama
sigues siendo una dama
sensitiva, tierna, hermosa
completa como mujer
admirable como humana.